Y la liga se acabó en abril. Resulta curioso, pero en los partidos que se consideraban, a priori, más propicios para que el Barça pinchara y el Madrid pudiera recortar puntos, ocurría que los culés solventaban esos encuentros con mayor facilidad que cualquier otro, si cabe. Pasó de nuevo en esta jornada, pero esta vez con regalito incluido. Y es que en el Madrid de este año no sólo ha cambiado el hecho de haber llegado, de nuevo, a una final de Copa y de haber pasado de octavos de final de la Champions tras seis temporadas, sino que también se han perdido más puntos contra rivales de menor nivel, en partidos en los que la victoria se contaba como segura.
Fue ese el caso de este fin de semana. La jornada del todo al revés. El Barça no pinchó, sino que ganó, y el Madrid no consiguió los tres puntos en el Bernabéu, sino que se fue con la saca vacía. Total, ocho puntos de diferencia de nuevo, y otros tantos partidos por disputarse. Sí que es verdad que aún queda el del feudo madridista pero, en caso de que los blancos se alzasen con la victoria, los de Pep seguirían aún a cinco puntos. Y ello contando con que ambos equipos ganen el resto de partidos, algo que no resultará nada fácil al conjunto de Mou. Al menos, no tanto como al Barça, que tiene unas salidas mucho más sencillas.
Gran partido del Sporting, por cierto. Quién diría a principio de temporada que Preciado iba a ser clave en la disputa del título. No sólo por la victoria en el Bernabéu, sino también en el apartado de polémicas. Y, finalmente, el destino hace de nuevo una de las suyas. Tenía que ser precisamente él, el que según Mourinho tiró su partido de la primera vuelta ante el Barça, el que primero le tapara la boca en ese sentido empatando con los culés en el Molinón y ganando luego en el feudo blanco. Qué fantástico es esto del fútbol.
Sin embargo, hay aún mucha tela que cortar en otras zonas de la tabla. En la lucha por el acceso directo a Champions vuelve a tomar ventaja el Valencia que, con esa victoria ante el Getafe gracias a los cuatro goles de Soldado, en sequía desde el pasado febrero, le arrebata de momento la tercera posición al Villarreal. El Espanyol sigue con su mala racha que, no olvidemos, comenzó con la venta en el mercado invernal de Didac Vila y Víctor Ruiz al Milan y el Nápoles, respectivamente, y pierde así su puesto de Europa League al que accede un Sevilla cada vez más consistente. El Atlético también mantiene sus aspiraciones merced al hat-trick de Diego Costa, que se puso el traje de Forlán y Agüero.
Por abajo vuelven a apretarse las cosas. El Hércules, que parecía desquiciado y ya casi descendido, se sirvió del ‘efecto entrenador’ con Djukic, y superó uno de sus puntos más débiles, los partidos fuera de casa, consiguiendo una victoria a domicilio ante la Real, con un impresionante Drenthe. El Málaga volvió a la senda de la derrota, esta vez ante un Levante en auge, y se mantiene a las puertas de la salvación. Todavía ronda el filo del abismo el Zaragoza, al que también se ha aproximado peligrosamente el Getafe de Míchel. Algo no funciona bien para los del Alfonso Pérez. En definitiva, sigue el bailoteo de equipos en la zona baja, y tal como dije la semana pasada, las jornadas finales de prevén calentitas en este sentido.
Una jornada sin sorpresas por abajo, pero de inesperados acontecimientos arriba. Y, no olviden, caballeros, que ante nosotros se abre un mes de abril intensísimo, en el que los equipos se juegan más de la mitad de la temporada. El Villarreal en la Europa League, el Madrid y el Barça en la Champions, el ‘Clásico’ en el Bernabéu… y por supuesto, la final de Copa del Rey. Lo esperamos con el deseo de que, finalmente, el primer día de mayo, dejemos atrás el mes de las “aguas mil” con la sensación de que vamos a recordar lo sucedido a lo largo de sus días durante mucho tiempo.
Un saludo amigos futboleros,
Manuel A. Ibáñez
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